Martín A. Nowak es profesor de biología y matemáticas de la Universidad de Harvard, director del programa de Dinámica Evolutiva. Su investigación se centra en el estudio y modelización matemática de la evolución, demostrando que antes que la supervivencia individual prevalece la "colaboración por la supervivencia". El artículo de Investigación y Ciencia me sorprendió con el interrogante ¿Por qué cooperamos? Y aquí una síntesis.
Foto de la revista Investigación y ciencia La Cooperación. Beneficios del altruismo |
El profesor Nowak, indica en un experimento científico que en una muestra de distribución aleatoria de egoístas y cooperadores, se daban ciclos sucesivos de defección y cooperación. Identificó un mecanismo que parecía vencer el comportamiento egoísta asociado a la selección natural que acabaría por inducir en individuos que deberían mostrar un comportamiento desleal, una conducta generosa.
Tras cada ronda, los vencedores engendraban descendencia y esta participaba en la tanda siguiente. En esencia la progenie se atenía a la estrategia de sus progenitores, si bien podía verse desviada de ella como consecuencia de mutaciones aleatorias.
En el curso de la simulación descubrieron, que tras unas pocas generaciones -cada generación se correspondían con una ronda- todos los miembros de la comunidad habían optado por un comportamiento egoísta. Sin embargo, pocas generaciones después afloraba una nueva estrategia: los individuos comenzaban a cooperar y acaban por imitar las acciones de sus oponentes, un mecanismo que en teoría de juegos se conoce como "toma y daca" (tic for tac). Dicho cambio desembocaba con rapidez en comunidades integradas en su mayoría por cooperadores.
Este mecanismo recibe el nombre de "reciprocidad directa". Uno de los resultados más interesantes fue la demostración de varios clases de reciprocidad directa, incluso en apenas veinte generaciones (rondas) la estrategia inicial de toma y daca, dio paso a otra más generosa aún, en la que los jugadores llegaban a mostrarse altruistas incluso con quiénes en el pasado habían manifestado un comportamiento desleal. En esencia, habían presenciado la evolución hacia el perdón: una estrategia de reciprocidad directa que permitía a los jugadores pasar por alto un error esporádico.
Otro mecanismo, que propicia la cooperación denominado selección espacial, surge cuando altruistas y egoístas no se encuentran entremezclados de forma uniforme. Los amigos en una red social tienden a ayudarse, de modo que una población con parcelas de individuos cooperadores, estos se agruparan en colectivos cada vez mayores y acabarán prevaleciendo sobre los oportunistas. El mecanismo de selección espacial opera incluso en organismos muy simples. En las levaduras existen células cooperadoras que producen una enzima necesaria para digerir azúcares; una acción que llevan a cabo acosta de sí mismas. Entre tanto la células oportunistas emplean las enzimas sintetizadas por las primeras, en lugar de producirlas por sus propios medios. En estudios dirigidos por Jeff Gore, del Instituto de tecnología de Massachusetts y de manera independiente, por Andrew Murray, de la Universidad de Harvard, se observó que cuando las levaduras crecían en poblaciones muy entremezcladas, prevalecían las células desleales. En cambio, en cultivos que contenían grupos separados de cooperadoras y de explotadoras, las primeras acababan por imponerse sobre las segundas.
Lo que demuestra que las sinergias y las estrategias cooperativas son mucho más eficaces que las egoístas; primero porque en las egoístas no se dan lógicamente estas ayudas recíprocas y segundo porque cuanto más crecen las posiciones cooperadoras, menos espacios vitales les quedan a las posiciones explotadoras.
Artículo completo procedente de la Revista Investigación y ciencia de Octubre 2012 en http://www.emprendalo.com/blogs/cooperacion_beneficios_del_altruismo.pdf
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