19 oct 2013

Fagor, el modelo cooperativo en cuestión


Fagor es una cooperativa de trabajo asociado de producción que se funda en 1.956 por Don José María Arizmendarrieta, cura jesuita, que puso en marcha con gran éxito la llamada doctrina social de la iglesia, que emanó del Concilio Vaticano II. 

Un pequeño taller en Mondragón que contaba con 24 socios y fabricaba estufas y  hornillos a petróleo.                  
Fagor, no solo pertenece a la Corporación Cooperativa Mondragón con más de 85.000 trabajadores, sino que es su fundadora, dado que fue la primera empresa de dicha Corporación.
Mondragón es uno de los modelos empresariales, de echo sólo son tres, que se estudia en todas las facultades de economía y empresa de las universidades más prestigiosas del mundo.

Fagor se acoge a un preconcurso de acreedores. Pero la cuestión es: ¿Por qué desde diferentes ámbitos económicos, ideológicos y mediáticos, a partir de este hecho, se pone en cuestión, todo el modelo cooperativo? Desde el inicio de la crisis han cerrado cerca de 300.000 sociedades de capital y no se ha visto ningún cuestionamiento sobre las sociedades de capital.

El modelo cooperativo funciona.


Los datos son rotundos, las cooperativas pertenecen a las denominada Economía Social, es decir un modelo económico que agrupa a cooperativas, sociedades laborales, fundaciones, asociaciones y otros modelos en los que trabajan en el entorno de los 700.000 trabajadores a nivel nacional, es decir, un 5% del total del trabajo en España.

Fagor no es una sociedad de capital, es una sociedad de trabajo, de echo todas las cooperativas de trabajadores lo son. Quizá su mayor fortaleza, toda la plantilla con contratos indefinidos, integrados, motivados y con altos niveles de participación interna, en un sistema capitalista dominado por la economía virtual que prima la especulación y castiga la producción, sea su debilidad contractual. En un mercado donde se prima la precariedad, la inseguridad, la explotación y los bajos costes, es muy difícil competir en calidad y ese es el modelo de Fagor competir con calidad.

Quienes atacan el modelo cooperativo, en base a que una gran cooperativa tenga problemas de mercado, simplemente no conoce el modelo. Solo doy un dato sin el cooperativismo agrario en España, la industria agroalimentaria no existiría.

Pero todos estos carroñeros de la autogestión obrera, tendrán que cerrar su gran pico, porque Fagor no va a desaparecer. La Corporación Cooperativa Mondragón siempre se ha distinguido por su solidaridad interna. Tendrán que reestructurarse, adelgazar costes fijos, crear clusters internos o externalizados, abrir nuevos mercados, manejar más segundas marcas con otros costes y en general adecuarse de momento a un mercado que está en franca desestructuración por culpa de la falta de consumo, la minimización de los costes y la precariedad laboral.

Adelante, y que los hijos de vuestros hijos, puedan seguir siendo trabajadores de la cooperativa, igual que vosotros lo sois gracias a vuestros padres. Por nuestra parte nada más que hacer un llamamiento para que todos los consumidores españoles apoyen vuestra supervivencia, con sus decisiones de compra, basadas en la calidad, la confianza y la seguridad. Venceréis.

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